¿Qué Te Lo Impide? 10 Maneras De Darte Permiso Y Ser Tú
«Me doy permiso para ser todo lo que puedo ser.» ─ Louise Hay.
Lair Ribeiro, en su libro El éxito no llega por casualidad, nos cuenta sobre un estudio realizado en Estados Unidos en el que se les puso a niños de tres y cuatro años micrófonos detrás de las orejas para observar qué era lo que escuchaban durante todo el día.
El resultado de la investigación mostró que, desde que nace hasta que cumple los 8 años, un niño oye la palabra NO al menos 100.000 veces. Lo que supone una media de 35 prohibiciones al día durante ese período de la vida.
Es normal que el genio creativo de la mayoría de las personas vaya apagándose en el transcurso de su infancia y que pasemos de ser seres completamente originales a convertirnos en vulgares copias.
Como consecuencia de esta educación, crecemos cargando con una herida que, en lugar de ser sanada, se intenta tapar con actitudes como la falsa autoestima.
Con falsa autoestima me refiero a la posición que muchos y muchas de nosotros adoptamos ante la vida al creer que nos amamos (y, de hecho, lo proclamamos a los cuatro vientos) cuando en realidad, en nuestro fuero interno, no nos sentimos acordes con estas palabras.
La mente piensa una cosa y el corazón siente otra.
Experimentamos continuamente un conflicto con pensamientos que creemos dominar y que, sin embargo, no han sido interiorizados ni convertidos en verdades profundas en torno a las cuales dirigir nuestras vidas.
No nos engañemos...pensar en ir al gimnasio no es lo mismo que entrenar.
Y conocer la teoría sobre algo no es igual que dominarlo en la práctica.
Lo mismo ocurre con la autoestima. Puedes saber, en la superficie, que eres un ser prodigioso y único pero, ¿lo sientes realmente?
Creo que es hora de que comiences a darte permiso para ser tú...¿no crees? Empieza a sanar a tu niño o niña interior con estas afirmaciones que te propongo a continuación. ¿Qué te lo impide?
¿Qué tal si comienzas a permitir? Aprende a dejar de decirte que no a todo...
«Me libero de la resistencia a mi propia Luz y me permito brillar para mí mismo y para los demás».
Tu alma, al igual que una bombilla transforma la electricidad en luz, se encarnó con el propósito de traer al plano de la materia todos los dones de tu Espíritu.
Aprovecha diferentes momentos del día para entrar en contacto con la voz de tu corazón...él te mostrará todas las formas en las que puedes brillar e iluminar tu mundo.
«Puedo llegar tan alto como las alas de mi mente me lo permitan. No existen límites para mis sueños cuando mi determinación por volar es firme. Me amo y me apoyo».
Puedes escoger entre dos actitudes ante la vida: una que te haga quedarte donde estás y otra que te haga volar.
Ponle alas a tus pensamientos; permite que vuelen bien alto. Te conviertes en lo que piensas...así que piensa en grande.
«La vida siempre sopla a mi favor cuando tengo un objetivo claro. Despliego mis velas y confío en la dirección en la que me empuja el viento. Fluyo».
Convierte tus muros en peldaños, los obstáculos en desafíos que te harán crecer.
Ante cualquier adversidad, pregúntate: ¿qué me quiere decir la vida con esto?
«Comprendo que todo tiene que seguir su curso. Me relajo y permito que las cosas sucedan».
Te sorprenderías si alcanzases a ver la cantidad de sueños incumplidos por causa de una mente entrometida.
Desea y suelta...desapégate de los resultados y confía en que el Universo encontrará la forma.
«Me doy permiso para experimentar mis emociones. Mi corazón vibra con la melodía del universo. Vivo en el momento presente».
En vez de reprimir tus emociones, acéptalas y experiméntalas.
Tu corazón es la brújula más fiable. Permite que vibre y que te muestre el camino a seguir.
«Existe un poder superior a mí para el que todo es posible. Dejo en sus manos mis sueños y permito que estos vengan a mi encuentro».
Para el poder creativo que se esconde en tu interior no hay nada imposible.
Sea cual sea tu sueño, si tienes fe, permitirás que éste se manifieste en el momento y lugar indicados.
«Permito que mi sabiduría interior se exprese. Mis palabras y mis silencios siempre son acertados porque provienen de lo más elevado que hay en mí».
Escucha tu verdadera voz, esa que sabe quién eres en realidad.
Exprésate en buenos términos sobre ti y los demás. Todo regresa, incluso las palabras.
«Con amor, enderezo mis pensamietos para que los milagros ocurran. La vida me bendice a cada momento con su magia. Todo es posible».
Los milagros son la consecuencia natural de una mente que ha sanado. Lo normal es que ocurran todo el tiempo en tu vida.
Comienza a sanar tu mente y tu vida se llenará de ellos.
«Cada día soy más consciente de mi origen espiritual. Dedico parte de mi tiempo a conectar con mi alma. En el silencio la acaricio y permito que ésta despierte».
De la misma forma que tu cuerpo necesita unos cuidados: buena alimentación, descanso, ejercicio, diversión...; el alma también requiere de atención.
La meditación, la oración, la contemplación...son algunos de los alimentos del alma.
«Soy una nota perfecta en la sinfonía de la Creación. Me perdono, me amo y me acepto para que mi música pueda sonar con libertad».
¿Acaso crees que en la maquinaria del Universo hay piezas sueltas? ¿Que estás aquí sin ningún motivo...?
Créeme, eres muy importante...así que permite que tu música suene.
Aprende a decirte que sí, que te lo mereces. Aprende a permitir que lo bueno suceda en tu vida.
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