El sueño del alma ¿Quieres Conocer Tu Grado De Espiritualidad?


Calcular tu nivel de espiritualidad es realmente fácil, tal y como podrás comprobar a continuación en este post.

Aunque te advierto que es posible que te sorprendas con el resultado que obtengas...bien porque descubras que eres más espiritual de lo que pensabas, o bien porque creías que ibas a obtener una puntuación mucho más alta.

El caso es que conozcas la posición en la que te encuentras para que puedas continuar avanzando.

Hay un relato muy antiguo que cuenta la historia de un guerrero muy altivo y orgulloso, conocido por sus hazañas en todo el país, que vino a visitar a un maestro zen.

Cuando se encontraron, de pronto, el guerrero comenzó a sentirse inferior ante la humildad, la gracia y la belleza del maestro.

─¿Por qué me siento inferior? ─preguntó angustiado─. Hace un momento todo estaba bien. Al entrar en tu patio, de repente me he sentido como nunca me había sentido. Siento temblor en las manos. Soy un guerrero, me he enfrentado a la muerte muchas veces y nunca he tenido miedo, ¿por qué siento este temor?

El maestro esperó a que ambos se quedasen solos y pidió al hombre que saliesen de la casa. Lo condujo a la parte trasera, cerca de una de las ventanas, y le dijo:

─Mira estos dos árboles. Este árbol que se eleva hacia el cielo y este otro pequeño. Ambos han estado al lado de mi ventana durante años y nunca ha habido ningún problema. El árbol pequeño nunca ha dicho: «¿Por qué me siento inferior a ti?» al árbol grande. ¿Cómo puede ser? este árbol es pequeño y ese árbol es grande, y nunca he escuchado ni un susurro.

─Porque no pueden compararse ─dijo el samurai.

─Entonces no hace falta que me preguntes, ya conoces la respuesta ─respondió el maestro.

No hay grados en el Espíritu

El ser humano, en cuanto única criatura que dispone de un ego-intelecto, también es el único ser capaz de establecer comparaciones y grados.

De hecho, ese es uno de los juegos favoritos del ego para mantenernos atrapados y atrapadas dentro de este gigantesco ensueño de separación, compararnos e inventar diferencias entre unos y otros.

La mente racional siempre juzga e interpreta en base a lo que se puede ver con los ojos físicos, ignorando totalmente la dimensión espiritual invisible de esta realidad.

En un post anterior (El Escondite...Descubre Los Regalos Que Te Trae El Universo) compartí contigo una leyenda que me contaron hace tiempo sobre nuestro origen espiritual.

Si provenimos de una única Fuente que se disfrazó de ti y de mí...y de todo lo que existe, lo lógico es pensar que debajo del disfraz todos y todas somos iguales.

¿Acaso el agua que proviene del mismo manantial es más o menos pura dependiendo del recipiente que ocupe?

La respuesta es no.

No existen grados de espiritualidad porque todos somos, debajo de nuestros envoltorios, la misma Conciencia Infinita expresándose de múltiples formas.

Así que la próxima vez que alguien trate de hacerte sentir menos espiritual o que tú sientas la tentación de compararte, no te permitas caer en ese engaño.

Como dijo Susan Boyle, la ganadora del concurso de talentos británico, en una de sus entrevistas, «Existen muchas personas en el mundo que te considerarán insignificante. Tú no necesitas hacerte eso a ti mismo».

Todos somos iguales, todos somos almas perfectas y nuestro origen es exactamente el mismo.



El sueño del alma

Pero, ¿y qué pasa con aquellas personas que han mostrado un mayor grado de evolución espiritual, como Jesús o Buda y otros tantos? ¿No son ellos más avanzados espiritualmente?

La respuesta a esta pregunta es no y sí.

NO son más espirituales que tú o que yo, porque la Fuente de la que emanaron sus almas es la misma.

Y  fueron capaces de expresar en mayor medida, en el mundo de lo visible, el Ser verdadero que vive en cada rincón del cosmos.

Yo prefiero verlos como que estaban más despiertos (no es casualidad que la palabra buda signifique el que está despierto). De esta manera no los coloco en un lugar inaccesible y así me abro a la oportunidad de ir despertando gradualmente al igual que ellos.

Hace alrededor de veinte años tuve la oportunidad de estudiar el libro Un Curso De Milagros. Desde entonces, sus enseñanzas me han acompañado siempre.

El curso propone que la vida es un sueño de aspecto muy real.

«Estás soñando continuamente. Lo único que es diferente entre los sueños que tienes cuando duermes y los que tienes cuando estás despierto es la forma que adoptan, y eso es todo. El contenido es el mismo».

Dentro de este sueño existen almas que duermen más profundamente y otras que comienzan a tener lucidez en mayor o menor medida.

Y con lucidez me refiero a que continúan dentro del sueño, aunque sabiendo que están soñando y que pueden alterar el contenido del mismo transformando su conciencia.

A medida que vamos adquiriendo mayor presencia de quienes somos en realidad, nuestro verdadero Ser, esa parte de nosotros que ha permanecido inmutable desde el momento de la Creación y que ha ido cambiando de traje en múltiples encarnaciones, se manifiesta en toda su grandeza en el mundo que nos rodea.

La enseñanza práctica que puedes extraer de todo esto es que la solución a cualquier situación que estés viviendo es despertar a tu dimensión interior.

Ahí, en lo interno, es donde podrás decidir el tipo de sueño que deseas proyectar en el mundo.

«Mi verdadero Ser se me revela aquí y ahora»

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4 comentarios

  1. impresionante!
    saludos, Carolina.

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  2. Realmente maravilloso, gracias gracias gracias

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  3. Muy didáctico como siempre para explicar.....imposible no entender!!!!
    Saludos
    Iris

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    1. Gracias Iris, me alegro de que te haya gustado. Un abrazo.

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